martes, 16 de junio de 2015

WhatsApp!

Es una aplicacion de mensajeria instantánea para enviar y recibir mensajes.
A través de esta aplicación se puede mandar fotografías, videos, canciones, grabaciones de audio, etc. Tambien permite  mandar contactos. 

Ahora os hablaré un poco de como se creó esta aplicación:
En 2009 se fundó una empresa que fue dirigida por Jan Koum. Este hombre, fue anteriormente el director de la plataforma de Yahoo!
El 19 de febrero del 2014 esta aplicación fue comprasa por la empresa FACEBOOK por una cantidad elevada de dinero.  Despues de dicha compra , Whatsapp anuncio tner capacidad para realizar videollamadas 

deportes

Real Betis Balompié



 Gran celebración la del club verdiblanco, que termina con aplausos de los futbolistas del Betis hacia su público
 . El cuadro betico a conseguido devolver la alegría a su afición subiendo de nuevo a Primera. "Os lo debíamos", repite el club a su hinchada, que ha llenado el Benito Villamarín para vivir esta magnífica fiesta de su equipo.

El ascenso a primera del real betis balompié a sido una autentica alegría para su aficion.

Famosos

Hoy vengo a hablaros un poco de un famoso.


Ariana Grande



es una actris, cantante y compositora estadounidense que Debutó como actriz en 2008 con el papel de Charlotte en el musical 13 de Broadway.

En marzo de 2013, ella saltó a la fama y alcanzó éxito comersial al publicar su sencillo «The Way» de su álbum debut al convertirse top-10 hit. Más tarde, Grande fue galardonada por la Asociación de la industria musical en el 2014 como «artista revelación del año".

























En abril de 2014, lanzó «Problem», el primer sencillo de su segundo álbum de estudio, My Everything. La canción debutó con éxito inmediato en la lista Billboard Hot 100 logrando el puesto número tres con más de 400 000 mil descargas y después logró la segunda posición.










lunes, 15 de junio de 2015

Marchas de semana santa

Hoy os traigo unas marchas de semana santa mayormente famosas tocadas a muchisimos pasos. Espero que os guste.

Soledad de San Pablo


 

Requiem






Mi Madrugá

 

 El Embrujo De Triana




El Gitano De La Cava




Mi Amargura





El Desprecio De Herodes




 


Aires De Triana









domingo, 14 de junio de 2015

Acrosport 2015

Este año como los anteriores se celebra en el  I E S María Moliner un examen practico que realizan los alumnos de tercero de la eso. Acrosport. se trata de un baile que se basa en hacer figuras como pirámides, banderas, etc.
















miércoles, 3 de junio de 2015

Cruz de Mayo Sevilla

Este proximo fin de semana, Sábado 6 de Junio, tendrá salida la CRUZ DE MAYO de la PLAZA MAYOR, en Parque Alcosa a las 18:30 h.


 Este año vienen con mas fuerza y ganas de darlo todo por nuestro barrio.














¡A esta es!









Con la colaboración de la banda CCTT STMO. CRISTO DE LA RESURRECCIÓN













lunes, 1 de junio de 2015

Poemas de un gran Poeta

 Rafael Suárez Plácido

Estos poemas que os e puesto hoy son de un gran poeta que a fallecido recientemente. Nació en 1965. Licenciado en Filología Hispánica y actualmente estaba dando clases en un instituto de Educación Secundaria en Sevilla. Ha publicado el poemario El descubrimiento del Bósforo (Diputación de Huelva, 2008) y algunos poemas y relatos suyos aparecen en revistas y antologías. Ha publicado artículos y reseñas en prensa diaria y en revistas culturales.

El rojo y el verde y el negro

Ella está sentada en el sofá rojo,
la cabeza de lado
sobre la manta verde
que tanto le gustaba.
Yo alargando la espera
y empeñado en negar lo que ya es cierto,
entré en su habitación
para pedirle el libro
que ayer leímos juntos y escapar.
Pero estoy a su lado
y le acaricio el cuello, víctima
de una contradicción
que no sé si quiero resolver
ni cuánto va a costarnos. Me pregunta:
Dime cuándo has sido feliz.
Le respondo que ahora.
Y cuándo más infeliz.
También ahora.
Se aparta el pelo negro de la cara,
entonces lo tenía algo más largo,
y me dice:
Pensaba que venías a salvarme.
 
 
 
 
 
Nunca te hablé de Mónica
 
Nunca te hablé de Mónica.
Es asturiana.
Nos conocimos
tomando una cerveza en Jovellanos.
Vino desde Gijón
a quedarse unos días.
Recuerdo que era abril
y le gustó el sur.
Crecían lilas junto a mi ventana.
Me contaba que como se veía
la luna desde casa
nunca la había visto.
Si acaso algunos años antes,
cuando aún era niña,
en los atardeceres de Sotrondio,
en la cuenca minera.
Vino desde Gijón
pero sentía tanto miedo
las noches de tormenta
que aprendió a no dormir
sin escuchar de cerca mis látidos.
Yo le contaba historias
que iba improvisando
y ella me miraba como una niña
que temiera perderse algo importante.
A veces le caían lágrimas.
Para que no las viera
me abrazaba aun más fuerte.
A veces se dormía
y al día siguiente me preguntaba
el final de la historia.
Yo le mentía.
Le decía que el final de la historia
nunca iba a llegar,
aunque todos sabemos
que el universo tiende a expandirse.
Pero nunca he sentido
el sonido de mi respiración
o mis latidos
como en aquellos años.
Recuerdo que fue entonces
cuando aprendí a amarte
aunque sólo te conocía de vista.
Dime, ¿es de verdad o estoy soñando?
Siempre había buscado su cuerpo
en mujeres que nunca me ofrecieron
su forma de mirar tan inquietante,
en mujeres que no temían
las noches de tormenta.
A veces ella me engañaba y me decía
que oía truenos. Yo sabía
que no era cierto pero le dejaba hacer
y le contaba historias de otras chicas
que también aprendieron a mentir
para que las quisieran.
Supe también que hubo hombres
que se apartaron de ella
cuando sintieron
que nunca iban a ser capaces de entenderla.
Y es que eso, que a otros produce tanto miedo,
para mí, en cambio, lo es todo.
Tal vez sea que necesito
sentir que siempre pueden sorprenderme.
Y ella siempre estuvo a mi lado
hasta que lo llenaste tú
con tu mirada.
Ahora sólo escucho tus látidos
Y tu respiración en casa
o en cualquier otro sitio
es la respuesta a todas mis preguntas.
Ahora soy yo quien teme
las solitarias noches de tormenta.
 
 
 
 
Las palmeras salvajes
 
Todo empezó con William Faulkner,
aquel gran mentiroso que fue Nobel,
también americano,
el cronista amargo de las hordas del Sur.
Mi padre, orgulloso, sonreía
mientras yo iba haciéndome mayor, o quizá
mejor, leyendo las historias
de aquellos personajes derrotados
antes de conocerse.
Aún era pronto para saber más,
pero tanto empeño puse
que terminé con convertirme
en un Harry cualquiera,
un personaje oscuro, el que más,
que encontré en Las palmeras salvajes,
incapaz de renunciar a su destino
por muy triste que fuera bosquejándose.
Allí aprendí que por muy mal
que estuvieran las cosas
siempre podían ponerse peor.
¡Oh, pobretón, maldito pobretón,
candoroso imbécil!
 
 




Aklan
 
Hay una isla
—está lejos,
más allá de donde suenan
los cuernos de Avalon—
donde nos reunimos,
para danzar,
los que sabemos de Aklan.
Y así pasamos
las noches y los días,
sin notar del paso del tiempo
más que las distintas formas
que va tomando la Luna.
 
 
 
 
Noche cerrada
 
En la noche cerrada
ella, con el pelo negro y recién limpio,
y oliendo como una mujer
que conocí de niño,
se dispone a cruzar
el estrecho sendero que limitan
aquellas caracolas encendidas.
Conoce bien el juego.
Se mueve con soltura entre las mesas
y sillas, sonriendo.
Me acerco a ella y le digo: Qué bien hueles.
Acabo de ducharme
, me responde.
Quedan restos de aceite
dejando huir su aroma a tierra y fuego,
también algún enigma que parece
condenado a quedarse sin respuesta.
 
 
 
El descubrimiento del Bósforo
 
Pasan juntos la noche.
Es la primera vez.
Juntos, libres y solos.
Se miran. No sonríen.
Sus ojos son espejos en la noche
que reflejan el mundo.
Él explora aquel cuerpo
que nunca va a dejar de sorprenderle.
Imagina otros nombres.
Debajo de su cuello encuentra el Bósforo.
Descubre nuevos sitios.
Lo mismo que antes hizo con el mundo.
 
 
 
Un soplo de viento
 
Yo también nací en los Campos Elíseos,
en París, en 1969.
Y las primeras palabras que escuché fueron:
“New York, Herald Tribune”.
(De Soñadores, de Bernardo Bertolucci)
Jean Seberg, con esos pantalones
tan negros y demasiado ajustados,
vendiendo el Herald Tribune en las calles
de aquel otro París
en blanco y negro.
La recuerdo contando
el final de Las palmeras salvajes,
aquella historia en la que una mujer
luchaba para cambiar su destino
y para ser más libre
y cómo se le fue torciendo todo,
o cuando decidió,
nunca entendí por qué,
delatar a un cansado Belmondo
que ya no escapó más.
Secuencias de Al final de la escapada,
esa historia que vimos con subtítulos
en un antiguo cine de verano
que ya tampoco existe,
como nosotros
tampoco existíamos entonces.
 
 
 
Incertidumbre
 
Fueron tantas visitas a las islas,
tantas las despedidas,
los adioses inciertos y olvidados
que ya nunca sabía dónde estaba.
 
Desde entonces me queda
la sensación de andar siempre de paso,
de estar siempre llegando o alejándome,
dejando en manos de un supuesto azar
la dulce incertidumbre del reencuentro
 
Tiempo de silencio
 
A partir de entonces tan sólo algunos bares
de los que todavía no me echan,
algunos poetas en los que reconozco
cadencias parecidas a las mías
y algún culo bonito
que pruebo torpemente casi siempre.
El tiempo ya no existe.
Es sólo un error imperdonable
del tiempo que vivimos.
Sólo queda el silencio.
 
El ritual de la mentira

No entiendo cómo puede haber quien piense

que este sea el mejor de los mundos posibles,
o que aquí somos todos
iguales,
libres y felices.

Si todo esto es mentira.
 
El placer de engañar

Leía historias de otros

que buscaban mejorar una vida
ni fácil ni brillante,
algo gris quizás.

Descubrí el placer de engañar

para que me quisieran.

Sería escritor.

El precio fue muy caro.
 
 
Interior

A estas notas he dado
las íntimas maneras de un diario
o eso procuré,
imitar un cuaderno
de fragmentos,
palabras
y silencios
que acompañen mi vida.





A nuestro lado

Y sólo reconozco lealtad
a la escritura prolongada,
a la luna,
a la belleza muda de tus ojos,
a los recuerdos que aún nos salvan,
al rumor imperceptible del viento
a nuestro lado.






Raquel

Cómo explico el hechizo que ahora siento
cuando recuerdo tu cuerpo rotundo
que aprendí de memoria,
por el que anduve a ciegas tantas veces.

Qué puedo decir
de fragmentos enteros de tu cuerpo
robados a la luna,
shamra
en la lengua de los árabes.

Y cómo alivio el dolor,
el secreto dolor
que va suturando lentamente
mis heridas de hombre.

Hubiera preferido disponer de tiempo,
de más tiempo, para imitar sonidos
que quedaron atrapados por el viento
y nunca más oiré,
o para hablarte de unas islas, de tus islas,
que ya no sé si existen
o sin son producto de mi imaginación,
o para escribir el relato de una mujer
que marchó bruscamente de mi lado
buscando algo más de quietud.

Los días van pasando
y no hay más cambios a mi alrededor.

Pronto iré a La Palma.
Sólo tú no estás.
Sólo yo soy otro.











El sentido de la vida

Es cierto, me dijiste,
pasamos la vida entera
buscando a quien mostrar entusiasmados
el mundo.
Y si alguna vez —por azar
o por tantas otras razones—
lo encontramos,
descubrimos que ya sólo por eso
merece la pena seguir vivos.
Incluso hay quien piensa
que ese es el sentido de la vida.

¿Cómo es posible que me conozcas tanto?




Islas

 He buscado el idioma
preciso
para explicar el mundo
y la enorme dificultad que tengo
para encajar mi biografía en él.
No sé si lo he encontrado,
pero si aún fuera posible
rescatar este libro del olvido,
se lo dedicaría
a esa parte insular que llevo dentro,
a la que asisto cada día
ensimismado,
cada vez más perplejo, más confuso.




La realidad y el deseo

Tomando una cerveza en aquel bar
se me acercó un viejo.
Venía tambaleándose –era cojo–,
sosteniéndose en pie a duras penas.
Parecía cansado y había bebido,
aunque vestía bien.
Sus manos como palas de molino
eran grandes y fuertes,
trataban de ocultar un ligero temblor,
Un resquicio de debilidad.
Se me acercó y me dijo que las cosas
no son como pensamos.

Las cosas son como tú las escribes.



Felicidad

Un perro ladra
y salta cuando llego.
El café sube.
Aún puedo recordar
que tengo un padre y una madre
que esperan impacientes cada viernes
la hora del regreso.





Brisa

La brisa se reparte entre nosotros.
Los que estamos a bordo
y aquellos que han tenido que quedarse
en casa una vez más.
Reconozco en el muelle
la figura de un hombre
que sonríe sin ganas, despidiéndose,
tratando de dar ánimos
a los que se están yendo.
Es rubio, tiene los ojos claros y nublados
y una rebeca verde,
mira impaciente su reloj
en un gesto que se va a repetir
muchas veces en los próximos días.



La isla de los jacintos cortados

Las notas que acompañan
este libro.

Yo era muy ingenuo
y Ariadna parecía
un ángel a mi alcance.

Su nombre escrito al margen
con esta vieja pluma que aún uso.

Los días tan extraños que pasamos
alimentando el fuego.

La voz de aquella amiga
en La Moneda, una tarde de lluvia:

Ten cuidado, Rafa, si la conoces
ya nunca más podrás querer a nadie.

Y yo que he sido fiel.
No he dejado de recitarle cada noche
un capítulo del libro que fue nuestro.

Las noches que pasamos junto al lago
reinventando la Historia,
reescribiendo la vida.





El ladrón de palabras

Mi vida persiguiendo una quimera,

una duna perdida
con la forma del verso endecasílabo
que imita una silueta de mujer
recostada de espaldas.
Los sueños me delatan.
Son más míos que yo.
La luz que moldea tu cuerpo
cuando estás desnuda esperándome.
La sola soledad que está tan sola.
La luna en tu mirada.
Tus ojos tristes y tan negros.
 
He oído que pueblos enteros
mandaban a sus ejércitos
a luchar contra el viento
Simún y le vencían,
o creían que le vencían
que viene a ser lo mismo.
He escuchado la música improbable,
clandestina y mestiza,
de Gabriel Yared. He sentido
cómo llegan las grandes oscilaciones,
el frío y el enorme calor.
Tus manos y las mías,
que ya se han separado tantas veces
antes de unirse.
 
Aún es pronto para hablar de nosotros